El Estado bizantino era heredero del status quo romano tardío y por ello disponía de una organización fuertemente centralizada. Había gran cantidad de funcionarios en torno a la figura del "Basileus" (rey). No faltaban entre los altos cargos un cierto número de eunucos, quienes, incapaces de engendrar hijos, prestaban excelentes servicios al Estado. Por su condición, se suponía que no irían a abusar del poder para sí mismos. Por algo algunas personas llegaron al límite de realizarse castraciones -pese a las prohibiciones-. Narses y Belisario, compañeros de Justiniano, fueron castrados a edad adulta.
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